Historia de Pica
 

 

La memoria de Pica se pierde en la profundidad de la prehistoria americana, transmitiéndonos desde un tiempo incógnito su nombre original y poético "PICA", que significa "Flor en la Arena" Designación venida de alguna época en la cual vivencia, nombres, naturaleza y dioses se confundían en un todo armónico y fluyente. Cuenta una Vieja leyenda de esta comarca que poco antes de la entrada de los españoles a la tierra del Inca, fue este Oasis uno de sus lugares preferidos como sitio de reposo y recreo. Dice que periódicamente el Hijo del Sol, con su sequito Imperial venia a esta Isla vegetal del Desierto tarapaqueño, huyendo del Invierno estepario, a gozar de su eterno Verano, de sus medicinales fuentes termales y exquisitas frutas.

Aquí el gran andino, durante su ritual matutino, frente a los primeros celajes del oriente escarpado que anunciaban el día incontenible, esperaba y recibía a su padre Sol para adorarlo y celebrarlo. Y aquel su Dios, le manifestaba con toda gala su generosidad, su poder creador y furia devastadora en la salvaje magnitud de este desierto y en la fertilidad asombrosa de la tierra Piqueña. De los cuatro puntos cardinales convergían al Oasis las caravanas de llamas, la posta de chasquis y los ejércitos cordilleranos en marcha convergían trayendo y llevando los productos de la tierra y del mar junto con las noticias de la expansión del Imperio del Sol hasta más allá del bastión andino del Este, más allá de los amables y mesurados valles del Norte, mucho más allá de la ciudad sagrada del Cuzco; convergían trayendo y llevando las noticias del trascendente destino que estaba cumpliendo el hombre de esta América virgen, despertaba nuevamente de Tiahuanaco.

Fue en el año 1533, antes de Agosto, los indios de Pica vieron acercarse por los arenales del Norte una curiosa caravana; la integraban algunas llamas de carga y unos pocos indios estos transportaban en andas a un hombre de extraña apariencia: tez clara, barbudo, rara vestidura y sin orejas. Lejanos acorde de una primitiva tradición resonaron en la mente de aquellos agricultores del Oasis era Gonzalo Calvo de Barrientos "Él Desorejado" había sufrido esta mutilación por orden de Francisco Pizarro como castigo por un robo cometido en Jauja; avergonzado solicito a Atahualpa, entonces cautivo, que lo enviase recomendado a alguna parte del incaico donde no hubiesen cristianos. Calvo de Barrientos determino así su propia reclusión en Chile, viajando por el camino de los desiertos hasta Aconcagua, llevando en andas y acompañado por una india a la cual se había aficionado. Esta pequeña caravana ha hecho pascana en Pica por algunos días y Una vez respuesta y premunida de previsiones, ha levantado tiendas para continuar su silencio y quizás triste viaje.

Luego otra vez por arenales, ha desaparecido lentamente en dirección al Sur. Barrientos fue el primer europeo que piso suelo Piqueño y atravesó los desiertos de Tarapacá según algunos historiadores, el descubrimiento y ocupación oficial de Pica, aunque fuera transitoria, se verifico a comienzos del año 1536; fue realizado por la hueste de Ruy Díaz, capitán del adelantado don Diego de Almagro, en ocasión de su expedición al descubrimiento de Chile. La tradición oral del Oasis es más precisa aun y fija con fecha al día 28 de Marzo de ese mismo año. Alguna comparación realizada sobre el itinerario de su viaje aproximadamente la fecha indicada por la tradición. Efectivamente, cuando Don Diego parte del Cuzco en dirección a Chile, acompañado de 550 españoles y miles de indios auxiliares, el día 3 de Junio de 1535, había dejado encargado a Ruy Díaz que preparara tres barcos cargados de ropa, víveres, armas y fierro para herraje y lo alcanzara por mar por la altura de Copiapó. Este Capitán debía llevar consigo al hijo del adelantado, aun infante Don Diego del Mozo. Almagro eligió el camino de la cordillera, allende las cumbres andinas, Ruy Díaz se fue por mar siete meses después partiendo del callao en Enero de 1536, su barco mal preparado zozobro en Chincha desde donde dicho capitán, por tierra, franqueo la distancia hasta Arica, de Arica, acompañado por el hijo de Almagro, tomo el camino de los llanos o desiertos que, orillando la estribación andina, pasaba por el Oasis de Pica. Su viaje coincidió con el inicio del alzamiento del Inca Manc Yupange contra el dominio castellano originándose la famosa insurrección indígena que comprometería todo el territorio del Tahuantisuyo. A su paso por la comarca de Tarapacá, la hueste Española fue víctima de continuos ataques por parte de los rebeldes de tal forma perdió 12 hombres durante la travesía hasta San Pedro de Atacama.